¿Se han dado cuenta de aquellas chicas que cuando la
conociste era inocente, tierna… pero poco a poco fue cambiando, se transforma
en una – disculpando la expresión – “puta”,
alcohólica, buena para las fiestas, etc?
Bueno, esta es la historia contada por una chica de 16
años llamada Fernanda J…
“Había una vez una chica que llega a su colegio nuevo,
encuentra amigas, apoyo, sostén, todo lo que una chica nueva necesitaba. Era
una joven divina, casi con medidas perfectas; ¿su nombre? Su nombre era
Antonieta.
Pasaban los días, las semanas, los meses y poco a poco
las amigas fueron descubriendo que aquella chica era una persona muy linda,
estaba enamorada del amor… tenía un amor que para ella era imposible, completa
y totalmente “platónico”. Se fue
encariñando con una amiga, a la cual le
contaba todas sus tristezas, inquietudes y alegrías. Un día, Antonieta,
le confiesa a su amiga María, todo lo que sentía hacia aquel chico.
-
Amiga, tengo que confesarte algo, no lo puedo ocultar más
– le dice a María, casi con tono angustioso.
-
¿Qué tienes? Suenas angustiada – le responde con todo
asombrado
-
Hace mucho tiempo conocí a un hombre llamado Eduardo, un
chico alto, con buen físico, y ojos preciosos, te juro amiga, que no he podido
olvidarme de él… hace 1 año, casi dos, que me gusta demasiado y no sé cómo
decirle ni cómo acercarme a él.
Su amiga quedó anonadada tras aquella confesión, ¿¡cómo
podía ser que estuviera enamorada de aquel chico y ni se junte con él!? Fue ahí
donde se le ocurrió la idea de que se juntaran todos los Sábados en la tarde,
salieran a comer, caminar, a lo que fuera, pero donde se pudieran acercar
mutuamente.
Pasaba el tiempo, cabe destacar que en el colegio aquella
chica tenía más amigas, eran 3 amigas muy unidas; estaba ella, María y yo
(Fernanda). Obviamente yo había quedado excluida de todos sus planes, no
pregunten por qué… el punto es que se juntaban todos los sábados. Entre
nosotras, con Antonieta, hablábamos sobre los hombres del curso en donde
estaban… había uno muy en particular, que lo recuerdo muy bien… era un chico
alto, simpático pero muy cerrado de mente, no dejaba que nadie supiera lo que
le pasaba… Pasábamos horas hablando de él, que era sensual, lindo, atractivo y
todos sus sinónimos.
Luego de muchísimo tiempo, mis amigas consiguieron lo que
querían, se pusieron de novios con Eduardo, eran felices, eran el uno para el
otro… mi amiga Antonieta no podía estar
más feliz, era inevitable verle a los ojos y que al hablar de él se le ponían
los ojitos brillosos y sonreía sin parar… Pero, no todo era perfecto… un día
aquel chico cambió de ser un caballero y un amor de persona, a ser un chico
distante y muy frío… Antonieta estuvo muy triste… y unos días después me enteré
de que habían terminado…
Después de que terminó esa relación, ella no podía dejar
de llorar, estaba triste, y para agregarle problemas, su mamá se estaba
volviendo completa y totalmente loca: había decidido sacarla del colegio y
ponerla en un colegio distante. Ella hizo lo que pudo para no cambiarse y
quedarse con nosotras, pero nada resultó, la decisión de la madre estaba tomada.
Bueno, el verano pasó, nos seguimos viendo; íbamos al gimnasio,
salíamos, íbamos al cine, hacíamos muchas cosas juntar… hasta que llegó el
minuto en que empezaban las clases, después de eso nunca más supe de ella, solo
a través de María. Bueno, el punto es que no nos vimos en un año completo, ella
se convirtió en una mujer llena de ganas de gozar la vida, quiso salir con sus “amigas” nuevas, aquellas amigas que
solo hacían que cambiara más… se convirtió en una joven alcohólica, “carretera”,
y una “cualquiera”… Así es, a través de otra amiga me enteré de que estaba con
el hombre que se le cruzara, sin importarle nada, de hecho hizo sufrir a un
amigo.
Pasaron 2 años, y aquel hombre de intrigas que había en
nuestro curso del que tanto hablábamos… bueno, hasta el día de hoy hablamos
demasiado sobre él, apareció en toda la historia.
Con él somos muy amigos, diría que nos juntamos
demasiado, a pesar de que no conversa nada, creo que es una gran compañía. Tuvo
muchísimos problemas en un momento de su vida en donde yo y mi mejor amiga
estuvimos presentes, siempre estuvimos con él hasta el día de hoy. Él nunca fue
de grandes palabras ni de demostrar cariño hacia nosotras, pero nosotras lo
comprendíamos.
Pero, este verano todo cambió, se volvió un hombre
completamente distinto, ahora dice que nos quiere y que nos juntemos… cuando
supe de esto me extrañé y… al tiempo después me di cuenta que estaba enamorado,
¿de quién? No tengo la más mínima idea.
Un día, salimos temprano a andar en patines por el borde
costero, y me confesó que estaba pololeando con una mujer que supuestamente conocía…
al decirme esto, me dijo que si quería
saber, que adivinara. El cuento es que adiviné y le dije: la Antonieta, ¿no es
así?....
-
¿Cómo lo supiste tan rápido? – me preguntó sorprendido
-
Era obvio – le respondí con un poco de lástima.
No eran celos, solo que no podía creer que estaría con
aquella chica, que alguna vez fue mi amiga, y ahora cambió tanto… no podía
dejar que sufriera… pero bueno, no tenía otra opción… no podía hacer nada.
-
Te felicito – le dije.
No me respondió nada… y hasta el día de hoy no hemos
hablado sobre el tema, porque a mí no es algo que me acomode, solo tengo que
dejarlo hacer su vida… ojalá todo sea para bien y que mi ex amiga, no juegue
con sus sentimientos, porque, ¿la verdad?, no se lo merece… es un hombre
tierno, protector y “aperrado”… en
ningún lado podrá encontrar a nadie como él."
~. Sentar a tu lado sin hacer absolutamente nada es todo para mí .~
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