Live & Let Live

Tenemos que aprender a ver la vida de la manera en que es, y no ocultar la verdad, ver la realidad & dejar de vivir en esa burbuja de la cual no salimos.

23 de enero de 2013

Historia c:



¿Se han dado cuenta de aquellas chicas que cuando la conociste era inocente, tierna… pero poco a poco fue cambiando, se transforma en una – disculpando la expresión – “puta”, alcohólica, buena para las fiestas, etc?

Bueno, esta es la historia contada por una chica de 16 años llamada Fernanda J

“Había una vez una chica que llega a su colegio nuevo, encuentra amigas, apoyo, sostén, todo lo que una chica nueva necesitaba. Era una joven divina, casi con medidas perfectas; ¿su nombre? Su nombre era Antonieta.

Pasaban los días, las semanas, los meses y poco a poco las amigas fueron descubriendo que aquella chica era una persona muy linda, estaba enamorada del amor… tenía un amor que para ella era imposible, completa y totalmente “platónico”. Se fue encariñando con una amiga, a la cual le  contaba todas sus tristezas, inquietudes y alegrías. Un día, Antonieta, le confiesa a su amiga María, todo lo que sentía hacia aquel chico.

-          Amiga, tengo que confesarte algo, no lo puedo ocultar más – le dice a María, casi con tono angustioso.
-          ¿Qué tienes? Suenas angustiada – le responde con todo asombrado
-          Hace mucho tiempo conocí a un hombre llamado Eduardo, un chico alto, con buen físico, y ojos preciosos, te juro amiga, que no he podido olvidarme de él… hace 1 año, casi dos, que me gusta demasiado y no sé cómo decirle ni cómo acercarme a él.

Su amiga quedó anonadada tras aquella confesión, ¿¡cómo podía ser que estuviera enamorada de aquel chico y ni se junte con él!? Fue ahí donde se le ocurrió la idea de que se juntaran todos los Sábados en la tarde, salieran a comer, caminar, a lo que fuera, pero donde se pudieran acercar mutuamente.

Pasaba el tiempo, cabe destacar que en el colegio aquella chica tenía más amigas, eran 3 amigas muy unidas; estaba ella, María y yo (Fernanda). Obviamente yo había quedado excluida de todos sus planes, no pregunten por qué… el punto es que se juntaban todos los sábados. Entre nosotras, con Antonieta, hablábamos sobre los hombres del curso en donde estaban… había uno muy en particular, que lo recuerdo muy bien… era un chico alto, simpático pero muy cerrado de mente, no dejaba que nadie supiera lo que le pasaba… Pasábamos horas hablando de él, que era sensual, lindo, atractivo y todos sus sinónimos.

Luego de muchísimo tiempo, mis amigas consiguieron lo que querían, se pusieron de novios con Eduardo, eran felices, eran el uno para el otro… mi amiga Antonieta  no podía estar más feliz, era inevitable verle a los ojos y que al hablar de él se le ponían los ojitos brillosos y sonreía sin parar… Pero, no todo era perfecto… un día aquel chico cambió de ser un caballero y un amor de persona, a ser un chico distante y muy frío… Antonieta estuvo muy triste… y unos días después me enteré de que habían terminado…

Después de que terminó esa relación, ella no podía dejar de llorar, estaba triste, y para agregarle problemas, su mamá se estaba volviendo completa y totalmente loca: había decidido sacarla del colegio y ponerla en un colegio distante. Ella hizo lo que pudo para no cambiarse y quedarse con nosotras, pero nada resultó, la decisión de la madre estaba tomada.

Bueno, el verano pasó, nos seguimos viendo; íbamos al gimnasio, salíamos, íbamos al cine, hacíamos muchas cosas juntar… hasta que llegó el minuto en que empezaban las clases, después de eso nunca más supe de ella, solo a través de María. Bueno, el punto es que no nos vimos en un año completo, ella se convirtió en una mujer llena de ganas de gozar la vida, quiso salir con sus “amigas” nuevas, aquellas amigas que solo hacían que cambiara más… se convirtió en una joven alcohólica, “carretera”, y una “cualquiera”… Así es, a través de otra amiga me enteré de que estaba con el hombre que se le cruzara, sin importarle nada, de hecho hizo sufrir a un amigo.

Pasaron 2 años, y aquel hombre de intrigas que había en nuestro curso del que tanto hablábamos… bueno, hasta el día de hoy hablamos demasiado sobre él, apareció en toda la historia.

Con él somos muy amigos, diría que nos juntamos demasiado, a pesar de que no conversa nada, creo que es una gran compañía. Tuvo muchísimos problemas en un momento de su vida en donde yo y mi mejor amiga estuvimos presentes, siempre estuvimos con él hasta el día de hoy. Él nunca fue de grandes palabras ni de demostrar cariño hacia nosotras, pero nosotras lo comprendíamos.

Pero, este verano todo cambió, se volvió un hombre completamente distinto, ahora dice que nos quiere y que nos juntemos… cuando supe de esto me extrañé y… al tiempo después me di cuenta que estaba enamorado, ¿de quién? No tengo la más mínima idea.

Un día, salimos temprano a andar en patines por el borde costero, y me confesó que estaba pololeando con una mujer que supuestamente conocía… al decirme esto, me dijo que si  quería saber, que adivinara. El cuento es que adiviné y le dije: la Antonieta, ¿no es así?....

-          ¿Cómo lo supiste tan rápido? – me preguntó sorprendido
-          Era obvio – le respondí con un poco de lástima.

No eran celos, solo que no podía creer que estaría con aquella chica, que alguna vez fue mi amiga, y ahora cambió tanto… no podía dejar que sufriera… pero bueno, no tenía otra opción… no podía hacer nada.

-          Te felicito – le dije.

No me respondió nada… y hasta el día de hoy no hemos hablado sobre el tema, porque a mí no es algo que me acomode, solo tengo que dejarlo hacer su vida… ojalá todo sea para bien y que mi ex amiga, no juegue con sus sentimientos, porque, ¿la verdad?, no se lo merece… es un hombre tierno, protector y “aperrado”… en ningún lado podrá encontrar a nadie como él."

~. Sentar a tu lado sin hacer absolutamente nada es todo para mí .~

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